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- Hay muchísimas casas de video juegos con cosas bizarrísmas adentro. Por ejemplo, una pantalla gigante con carrera de caballos virtual, frente a la cual, un montón de japoneses sentados en sillas, apuestan, también virtualmente. Videojuegos que se juegan con cartas de verdad, tipo yuió o como se llamen. Se apoyan sobre una mesa- pantalla y se van moviendo, no entiendo cómo. Hay muchos juegos con tambores que la gente golpea alocadamente pero con un ritmo envidiable. Y hay, en algunas casas, cargadores para celulares. Una especie de mini lockers, con enchufes, en donde por unas monedas, cargás el celular.


- Otro tipo de video juegos, es el PACHINKO, es como un tragamonedas, pero con unas pelotitas plateadas. El ruido adentro de las casas de Pachenko es ensordecedor y la mayoría de los jugadores son gente mayor, que parece que tienen una adicción desbordada por ese juego.
- Otra diversión típicamente japonesa es el Karaoke. Hay edificios enteros de Karaoke. Son como si fuese un hotel, y las habitaciones tienen una TV gigante, unas mesas y silloncitos rodeándolas, dos micrófonos, un aparato con el que seleccionás las canciones y unos libros para buscarlas. Son habitaciones de dos por tres, más o menos. Podés pedir room service. Te cobran por hora y lo que consumís. El sistema es prácticamente como un telo. Te llaman cuando faltan diez minutos para que se acabe tu turno. Así de bizarro como suena... Además cuando terminás de cantar una canción, la máquina te pone un puntaje…Nosotros fuimos con unos amigos, éramos cinco y pedimos cuatro veces que nos prolongasen el turno. O sea que estuvimos cantando como desaforados y recagándonos de risa durante cinco horas… Toda una experiencia ponja cien por cien…

- En el barrio de Shinjuku, hay una librería de siete pisos. A la entrada había cuatro ascensores. Frente a ellos, una línea tras la cual había que mantenerse. Entre los ascensores y la línea, una señorita vestida de trajecito imitación chanell de color rosa, con una galera al tono y guantes blancos, iba organizando la subida a los ascensores. Cuando llegaba un ascensor hacía subir a la gente. Pero, hasta que el ascensor no estaba completo, no lo mandaba para arriba. Ahora, el concepto de completo, para los japoneses no es el mismo que para nosotros… su equivalente en el modo occidental vendría a ser algo así como: amasijo, revoltijo humano, hasta que reviente, explotante, rebosante, abarrotado, asfixiante… Dentro del aplastamiento, también viajaba otra señorita, vestida igual que la de abajo, pero ésta se dedicaba a apretar los botones y a hablar sin para en voz muy baja durante todo el viaje.
- El mejor negocio de Japón es, indudablemente, el “Todo por cien yenes”, en donde por solo ciento cinco yenes (setenta centavos de euro), se puede comprar absolutamente cualquier cosa.

- Pude comprobar que comprarse ropa en Japón es una verdadera pesadilla. Las japonesas usan la ropa muuuuy cortita. Todo con mucho abuchoné, moños, volados y todo con corte debajo de las tetas. Un corte que favorece nada a las occidentales caderonas. Además los talles son mínimos. Menos mal que el capitalismo desenfrenado, nos trajo a Zara, Benetton y Mango, para conseguir alguito con formato más o menos occidental y talles aptos para todo culo.
2 comentarios:
Todo muy lindo, Tama, pero ahora que sé que fuiste a un karaoke con tus nuevos amigos, yo también te quiero oir cantar!!! Besos! M.
quiero iiiiiiiiiiiiiiiir al karaokeeeeeeeee
me vuelve loca todo el relato pero sobre todo esto.
propongo hacer una rifa (?) o algo asi para juntar guita, ir un fin de semana y cantar todos juntos!
besos, ale.
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