martes, 20 de noviembre de 2007

CASAMIENTO CHINO, UN JUEGO DE NIÑOS (finale)

11.10 am: Los novios con sus nuevos atuendos (ella vestido blanco bien abulté, maquillaje con brillitos y tocado de novia, él de negro con una pashmina blanca tradición china), las damas de honor con vestidos iguales rosas, largos hasta las rodillas, con mucho tul y mucho tutú (parece que el calzado era de libre elección, la amiga acrobat lucía unas botas media caña multicolores, que le daban al atuendo el golpe de gracia liquidador) y los pang langs con un bouquet de rosas en el ojal, todos ubicados en la entrada del salón, recibían a los invitados que iban llegando. Les daban a los hombres cigarrillos que Pata encendía. Y convidaban caramelos a las damas. Los invitados, por su parte, entregaban a los novios su regalo de bodas: sobres rojos con dinero (mucho más grandes y suculentos que los que Pata había usado para el soborno). Todo esto, delante de la monumental foto tamaño natural de los novios que decoraba la entrada.

12 pm: Ni bien entramos al salón, Bratkartoffel vino a nuestro encuentro y nos empujó, literalmente, hacia una de las mesas, la que estaba más cerca del escenario. Enseguida un tío de la novia que hablaba inglés se hizo cargo de abastecernos de cerveza a temperatura ambiente y vino (vino chino, una experiencia, digamos, ácida). Nuestra mesa, igual que las demás, ya estaba servida. Una cantidad de diferentes platos de comida en el centro de la mesa, apilados unos sobre otros. El resto de las mesas, que eran muchas, se iba llenando a medida que iban llegando los invitados. Muchísima gente. Unas doscientas cincuenta personas. Todos vestidos con ropas de calle, jeans, remeras, buzos… y nosotros que habíamos cargado en el avión nuestros elegantes atuendos de gala… Mientras las mesas se seguían ocupando, la tía de verde (nombrada así por el propio Pata), wedding planer y esposa del tío angloparlante, desplegaba un camino de plavinil blanco, que sus ayudantes iban pegando al piso con chonflex. El camino blanco se extendía desde el fondo del salón, en donde habían dispuesto un arco forrado de tules, hasta el escenario. Una vez pegado el camino al piso, lo regaron con pétalos de rosa y lo rodearon de flores y velas. Mientras tanto, otro grupo comando acomodaba sobre el escenario, en el que se estaban proyectando fotos de los novios, un atrio, una torta de tres pisos, una torre de copas de champagne y una especie de candelabro en forma de corazón, lleno de velas rosas alrededor de un velón central de tamaño macumba.

12.30 pm: El maestro de ceremonias se paró en el escenario detrás del atrio y, micrófono en mano, empezó un largo speach en chino, mientras el novio, las damas de honor y los pang langs, esperaban paraditos a un costado del salón. Cuando la voz del maestro de ceremonias alcanzó un nivel de tensión que hasta nosotros, que no entendíamos nada, empezamos a mirar para los costados esperando que algo pasara, bajaron las luces y, a través del arco al final del camino blanco, emergieron dos angelitas amigas de Zhu Sha, con sus vestidos de tules, coronas de flores y alitas, cada una con una vela en la mano, caminando suavemente al ritmo de una música de final de película de Disney y encendiendo a su paso las velas que estaban a los costados del camino. Una vez encendidas todas las velas, el maestro de ceremonias volvió a tomar la palabra e, igual que un locutor de boxeo que anuncia al campeón de la noche, anunció la entrada de Pata, quien seguido por su séquito, caminó hasta el pie del escenario. Subió con un enorme ramo de flores en la mano, mientras una lluvia de burbujas invadía el ambiente. Por entre las burbujas Pata contestó las preguntas que le hizo el maestro de ceremonias (todo en chino) y dijo, a pedido de éste, primero en inglés y después en francés “Te amo”.
Luego del aplauso de la concurrencia, el maestro de ceremonias hizo un nuevo anuncio tras el cual Pata bajó de escenario y empezó a caminar sobre el caminito blanco. El séquito lo seguía, transportando en manos del pang lang Gerry, una bandeja con una corona. A todo esto Bratkartoffel, haciendo honor a la tradición china del amontonamiento, nos agarraba del brazo a los que teníamos cámaras de fotos y tironeaba para que nos sumáramos a la maraña de cámaras que se apelotonaban detrás de la tropilla, para fotografiarla.
Una vez arribado el novio al del arco del amor, la novia hizo su aparición del otro lado. Pata le ofreció el ramo de flores. Zhu Sha se negó a recibirlo, tal cual lo habían ensayado la noche anterior. Pata hizo un segundo intento que Zhu Sha rehusó también, hasta que Pata se arrodilló ante ella, la novia no pudo resistirse y aceptó el ramo. Una vez entregado el ramo Pata agarró la corona que Gerry llevaba en la bandeja y coronó a la novia. Durante todo este segmento el maestro de ceremonias fue relatando, siempre en chino y casi deportivamente, los pasos que se iban sucediendo. Y, contado de primera mano por los pang langs que eran los que estaban cerca, Zhu Sha, abría y cerraba los ojos, al tiempo que susurraba “stop” o “go”, indicándole a Pata el siguiente movimiento.
Después de la entrega de ramo y corona, los novios, pang langs y damas de honor regresaron por el camino blanco al ritmo de la marcha nupcial. Los novios subieron al escenario, que seguía repleto de burbujas. Juntos encendieron la vela macumbera, que era la única del candelabro que estaba apagada, tras lo cual se tomaron unos minutos para rezar una oración budista.
Después subió al escenario otro tío (Zhu Sha está llena de tíos). Éste parece que es el millonario de la familia y dedicó unas palabras a la concurrencia. Una vez acabado el discurso de Tío Rico, proyectaron en la pantalla un video que mandó la familia de Pata, que no pudo viajar. Y después reapareció una de las amigas angelito con una varita mágica que, tras ser sacudida, como toda buena varita, produjo un estallido de estrellitas y chisporroteos. Todo esto, claro, acompañado siempre por el burbujeo permanente. Entre medio del estrellaje y el burbujámen, apareció el estuche de los anillos que fueron intercambiados por los novios, luego de lo cual leyeron sus votos, Zhu Sha en chino y Pata en inglés. La amiga angelito volvió a aparecer por detrás de los novios y esta vez les cedió la varita para que ellos mismos encendieran una catarata de estrellitas provenientes del techo. Después, el beso, los aplausos y los discursos de los novios que finalizaron con la entrega de regalos a la mamá y el papá de Zhu Sha, que como está divorciado de la madre se perdió el té de la mañana. Mamá subió a dar su discurso y después los novios descorcharon una botella de champagne, que vertieron sobre la torre de copas que fueron encendiéndose con luces de colores a medida que el líquido las iba tocando.
Después del aplauso la amiga angelito les alcanzó a los novios un coco con dos pajitas y cada uno bebió del coco (no sabemos bien qué significado tiene esta parte del ritual, pero la idea de un coco sobado, ni bien uno acaba de casarse, asusta un poco). Mientras Pata no podía disimular lo poco que le gusta el coco, la amiga angelito encendió la antorcha que coronaba la torta y otra explosión de estrellitas salió eyectada hacia el infinito.
Después del intercambio de bocados de torta, que según nos contó Pata después, estaba toda cubierta del detergente de las burbujas que no dejaron de caer sobre el escenario durante toda la ceremonia, subieron las damas de honor y los pang langs. La novia tiró el ramo que atajó un muchacho, en China juegan al ramo todos los solteros, no importa el sexo. Después hubo brindis con copas decoradas con rosas y nueva explosión de estrellitas y burbujeo permanente.
El grupo completo bajó del escenario y se dirigió hacia el arco del amor por el camino blanco, mientras las damas de honor y los pang langs arrojaban peluches y llaveritos para los niños invitados.

13.30 pm: Después de que la corte completa desapareciera tras el arco del amor, se habilitó la comilona. Cerdo asado, sopa gelatinosa, cangrejo, bolas rellenas de algo, fideos, carnes, pollo, langostinos, pescado, guiso de algas, tofu, puchero de cabeza de gallina, los platos se iban sumando uno sobre otro, los comensales occidentales nos íbamos pasando el dato de cuáles eran comestibles y cuales incineraban la lengua de picantes. Enseguida reaparecieron los novios, otra vez con ropas rojas tradicionales y Zhu Sha con peinado adornado con rosas. Como en todas las bodas, pasaron mesa por mesa a fotografiarse. Mientras tanto, sobre el escenario se sucedían números en vivo de bailes tradicionales.

14.30 pm: Con los últimos restos de comida, empezaron a acercarse a la mesa los diversos tíos de la novia, que ofrecían cigarrillos que no podían ser rechazados (Pata ya nos había adoctrinado al respecto) y botellas de cerveza tibia para brindar con cada uno.

15 pm: Las mesas empezaron a ser desarmadas. O sea: Manteles afuera, patas por un lado y tabla por el otro, mientras la tía de verde recolectaba flores y velas y la concurrencia pasaba a los cuartos de juego, en donde los esperaban, junto con cervezas tibias y maníes, las fichas de mahjong, juego que hemos visto jugar a los chinos a cualquier hora y en cualquier parte, generalmente en mesitas que ponen en la calle. Como nosotros no jugamos al mahjong y la cena iba a empezar a las cinco de la tarde, nos quedamos un rato con Pata y Zhu Sha en la salita donde guardaban la ropa, las flores, las velas y las cajas de cerveza tibia y después de ir a nuestras habitaciones a cambiarnos, subimos al segundo piso del hotel, a jugar al bowling.

17 pm: Los novios, otra vez cambiados (Zhu Sha manteniendo su peinado de flores intacto, pero con jeans y zapatillas), se nos unieron en el bowling durante un rato y nos avisaron que la hora de la cena se pospondría para las siete (parece que los campeonatos de mahjong estaban de lo más emocionantes).

18 pm: Bajamos a la sala de juegos. Unas veinte mesitas todas encimadas, con seis u ocho personas alrededor de cada una. Sobre las mesas de fieltro verde, fichas de mahjong (que son parecidas a las de dominó), kilos y kilos de cáscaras de maníes, envoltorios de caramelos y botellas de cervezas llenas y vacías. También había torta con detergente y tío borracho durmiendo sobre sillas.

19 pm: La cena, en otro salón del hotel. Igual que en el almuerzo pirámides de platos. Más variedad y más cantidad. Más cerveza y vino chino. Y gaseosa de naranja y agua caliente.

20.30 pm: Final abrupto de la fiesta. Así sin más, como quien se va de un restorán después de haber pagado la cuenta, los invitados terminaban sus manjares, se levantaban y se iban. Las mesas quedaban vacías, pero llenas de comida. Nunca se vacían los platos en las comidas chinas. Se van reponiendo antes de que se acaben. Para terminar, uno simplemente dice basta. O se para y se va como en este caso. Nosotros nos despedimos de los novios y de algunos de nosotros que se iban al otro día, organizamos la cita para ir a ver los osos pandas por la mañana y nos retiramos cada uno a sus aposentos a desmayar la purga del infinito día.

FINALE

FOTOS:

Foto 1: Poster de los novios firmado por los invitados, más bandeja con cigarrilos para ser ofrecida por los pang langs a la entrada del salón.

Foto 2: Novios, pang langs y damas de honor listos para recibir a los invitados con bandeja de cigarrilos y caramelos. Véase botas de amiga acrobat.

Foto 3: Maestro de ceremonias, locutor y relator apasionado del evento.

Foto 4: Amigas angelito listas para avnzar sobre el camino blanco

Foto 5: Pata ofreciendo a Zhu Sha el ramo, de rodillas.

Foto 6: Los novios encendiendo el velón macumbero. Nótense las burbujas.

Foto 7: Novios rezando frente al velón. Nótense las burbujas.

Foto 8: Novios provocando explosiones con la varita mágica. Nótense las burbujas.

Foto 9: Novios leyendo los votos. Las burbujas no se ven bien, pero juro que allí estaban.

Foto 10: Novios sirviendo el champagne iluminé. Ahí también había burbujas.

Foto 11: Novios libándose el coco. Burbujas.

Foto 12: Torta explosiva. Burb...
Foto 13: Peluches arrojados a los niños.

Foto 14: La mesa al principio. Vino chino y Fanta. Cajitas chinas divinas rellenas de caramelos.

Foto 15: La mesa después. Pirámide de platos.

Foto 16: Números vivos.

Foto 17: Zhu Sha de jean en el bowling

Foto 18: Mahjong. Godzila juega para nosotros.

Foto 19: L`amour... Vestuario de Godzila a cargo del equipo de wardrobe del cirque.

Foto 20: Al día siguiente... (diario de Chengdú)

Foto 21: Más prensa. Menos mal que nadie metió la pata y confesó que los pang langs eran casados, porque se hubiera armado kilombo. La tradicón china exige lo contrario.

Video: Se puede apreciar el camino blanco, el amontonamiento al que fuimos empujados por Bratkartoffel para fotografiar y oír el relato sporting del maestro de ceremonias. Y también están las burbujas, por supuesto.


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